domingo, 28 de septiembre de 2008

Adiós Rodri


Después de una noche de juerga por Madrid, me he despertado con ganas de hacer cosas. Por eso he decidido ponerme a escribir esta entrada. Cambiando un poquito la temática de los dos anteriores artículos, me gustaría dedicarle esta entrada a una persona que he tenido la suerte de conocer recientemente, pero con la cuál voy a perder gran parte del contacto que he tenido hasta ahora porque, pese a las promesas que casi siempre solemos hacer de que mantendremos el contacto, de que nos volveremos a ver y todas esas cosas que decimos, luego la vida nos lleva a que esas palabras queden, si no en su totalidad, en su mayor parte en palabras que se lleva el viento. Por muchas razones es lo que suele ocurrir. Unas veces por dejadez y otras por falta de tiempo.

Ayer me despedí de el que hasta ayer había sido mi "jefe" en el trabajo. El entrecomillado responde a que en realidad no era mi jefe como tal, sino más bien, de quien yo dependía ante el jefe (bueno, la jefa y no la miembra jefe). Pero ese entrecomillado también obedece a que no se le podría llamar jefe, pues para nada se le podría llamar así. Era más, se estaba convirtiendo ya en un amigo. He de decir que sólo han sido dos meses lo que he podido compartir con él, pero me han bastado para conocer y aprender mucho de una gran persona.
Y es que tenemos la imagen del jefe como de alguien por encima tuya al cual le debes respeto y "obediencia". Ese jefe que significa la autoridad. Para mí, no es este el caso.
Nunca pensé que podría entristecerme quedarme sin jefe, pero cosas de la vida, ayer mientras me despedía de él, no me salían las palabras y el ver la emoción reflejada en los ojos de quien admiras, de saber que ha sacado toda su tristeza por ese momento que tarde o temprano tenía que llegar, te lleva a esa situación de querer ser el confort, de animar, de abrazar y de poder tener algo de poder para que esa situación no se hubiese producido. Pero nadie mejor que él es quien sabe qué es lo quiere para su vida y cómo lo quiere y los demás, al menos ese es mi punto de vista, podemos aconsejar y opinar, pero nunca intentar convencer a alguien para que haga lo que a nosotros nos gustaría, por mucho que no nos guste lo que va a hacer.

Desde aquí, sólo desearle lo mejor y que todo le vaya bien.

Un abrazo Rodri!

viernes, 26 de septiembre de 2008

Profesores/as (I)


Queda mucho para el día del maestro, del profesor o como lo queramos llamar, pero como suelo ser algo impaciente, pues he decidido adelantar su festividad y homenajearles en el día de hoy.
Si estás leyendo estas líneas y lo que esperas recibir es una entrada en defensa de la autoridad y la mano dura del profesor pues, sinceramente, puedes dejar de leer ya.

Quizá el hecho de tener una madre profesora te hace ser más consciente del papel que juegan los profesores y maestros en nuestra sociedad. Es por esta razón por la que deseo dedicarles esta entrada.

Todos los julios y septiembre tenemos la misma, repetitiva y aburrida, cantinela en la televisión. Y como no, ahí salen todos los padres, pobres de ellos, que no saben qué hacer con sus hijos, se quejan de que tienen muchas vacaciones y sobre todo, a cargar tintas contra los profesionales de la enseñanza. Cómo no, en este mundo hay de todo, habrá profesores mejores y otros menos buenos, pero al fin y al cabo, están ahí para ENSEÑAR a nuestros hijos. Y el porqué de estas mayúsculas es el siguiente. Los "pobrecitos" padres que no saben qué hacer con sus hijos dicen eso de "ahora tendremos que aguantar a nuestros hijos 3 meses", pero como bien decía recientemente un profesor, lo que los padres no dicen es que son ellos quienes tienen que aguantar a sus hijos durante 9 meses al año. Bastante descompensado, ¿no?
Esta podría ser la burbuja inmobiliaria que pincha, pero en vez de cada "x" tiempo, cada verano. Te compras un piso porque es bonito, hay que pagar poco al principio y luego, te ves con el agua al cuello porque no sabes qué hacer con él. ¡Benditas similitudes! Con un hijo te puede pasar igual, es bonito cuando nace, encantador, pagas poco al principio puesto que concebir una criaturita no cuesta nada (ganas y poco más), pero claro, esto no lo puedes poner en el mercado y venderlo, hay que limpiarle, mantenerle (cada vez más años), pagarle los gastos y un montón de etc. Así que como solución, si no están dispuestos a ello, pues es tan sencillo como no tenerlo!!!!

Por otro lado, está la típica frase de...."no, es que traigo a mi hijo para que le eduquen en el colegio". Nooooo señor/a, su hijo viene a aprender, es su tarea educar a su hij@ puesto que tu has fornicado, tu lo has creado, atente a las consecuencias. Lo mejor de todo, sin duda, viene cuando el nene dice que el profesor le ha dejado sin recreo, le ha suspendido o cualquier cosa de estas. En vez de actuar como animal racional que se SUPONE que somos (de nuevo mayúsculas porque dudo mucho de ello), el típico padre/madre monta en cólera y aparece por el colegio de turno como toro enfurecido y echando humo por las narices en busca de explicaciones de "por qué mi niño.......". Pues nada, que así nos va la cosa y nos luce el pelo, despretigiando y bajando a la altura del betún a aquel que queremos que "eduque" a nuestro hijo.

Como diría el señor Einstein, "Solo hay dos cosas infinitas: el universo y la estupidez humana, y no estoy muy seguro de lo primero."

Seguiremos con más

jueves, 25 de septiembre de 2008

Estreno


Dicen que todos los comienzos son dificultosos y éste no lo iba a ser menos. Aquí comienza la historia de este nuevo blog en la red. Uno de tantos. Uno más. Otras expresiones. Otros pensamientos. Otras ideas. Otras realidades.

En este comienzo no hemos podido contar con un presupuesto de 1.200.000 euros como se acaba de gastar la Comunidad de Madrid en la inauguración de los Teatros del Canal, aunque también es cierto que desde aquí no tenemos dinero de ningún contribuyente que poder gastar. Además, la actual situación nos impediría moralmente gastar tal enorme cantidad de dinero en invitar a las distintas personalidades de la Alta Sociedad. ¿No es acaso un bien público? Entonces, ¿por qué no se invita a los ciudadanos a conocerlo? Quizá sean cuestiones que las altas esferas madrileñas no nos puedan o, quieran, explicar.

Quizá esté la explicación en que como soy un privado, alguien más, no puedo acceder a una invitación, si bien es cierto que eso se contradice con la actual política privatizadora madrileña, poniendo en manos de lo privado lo que es de todos.
Sin duda, parece que aquí hay algo que no cuadra muy bien. Pero bueno, como dicen, en todos sitios cuecen habas y parece que la alternativa en Madrid va siguiendo este camino.

Hasta aquí este inicio bloggero. Perdón por la cutrería del diseño y demás cosas, pero, ¿quién dijo que los inicios fueran fáciles?