martes, 13 de enero de 2009

Obesidad estatal


Dicen que en tiempos de crisis se agudiza el ingenio. Nacen nuevas empresas que encuentran oportunidades de negocio gracias a los malos momento económicos.
Este fue el caso de HP según pude leer recientemente en el periódico. HP nació a raíz de la crisis del 29 y a día de hoy es una de las mayores empresas del mundo.

Pues bien, mientras que algunos agudizan el ingenio, debe ser que a otros se les atrofia porque si no, no se entiende el porqué de muchas cosas o, más bien, debe ser que no soy lo suficientemente inteligente como para averiguarlo. ¿A qué me estoy refiriendo? Pues en tiempos de crisis, quien debe tirar fuertemente de la economía es el Estado, pero si tenemos un Estado ineficiente, como se está demostrando que es el nuestro, tardaremos más en salir de ella.

No estoy diciendo en ningún momento que el Estado no deba invertir o que lo haga mal, que todo puede ser, sino que no mira dentro de sí mismo para saber qué es lo que le está lastrando.
Pasaré a lo concreto.

España, Estado Autonómico con 17 Comunidades Autónomas y 17 Gobiernos regionales. Ante esto no tengo nada que decir, pues soy de la opinión de que los mejores momentos de la Historia española están ocurriendo desde que tenemos las autonomías que, si bien, prestan un servicio más cercano al ciudadano, no son el paradigma de cercanía que deberían ser.

Con todo esto me quiero referir a que la clase política que nos gobierna, independientemente del color político que tenga, no es todo lo que cabría esperarse de un país que se autodenomina 8ª potencia económica mundial, aunque, a día de hoy, dudo mucho que sea la 8ª potencia.

Tenemos: un país en el que como medida a la crisis, se congelan los sueldos de los altos cargos. Hasta aquí todo bien, pero....¿por qué no decir también que, por ejemplo, en el Gobierno de la Nación, el número de altos cargos se ha incrementado notablemente respecto a la Legislatura anterior? No, si encima, resultará que nos tendremos que dar por contentos.
Por otro lado, tenemos al Senado.
¿Sabe alguien para qué sirve el Senado? Es la típica pregunta que se hace. Y la típica respuesta es la de........¡exacto! Para nada. Bueno sí, realmente es una Cámara de segunda lectura que blah, blah, blah........donde los partidos políticos colocan a aquellas personas a las que suelen deberles favores. Es una manera de doblarles el sueldo, ya que muchos son a la vez, diputados autonómicos o alcaldes, y que no den guerra. Y todo esto, ¿a coste de qué? Del bolsillo de los ciudadanos. Alimentando a un grupo de gente que apenas pisa por el Senado y que dudo mucho que les importe lo que allí se hace. O...¿es que acaso el señor Fraga, con todos mis respetos, va a hacer gran cosa ya?
Dos soluciones se me ocurren: la primera, reformar el Senado (me suena esto ya, creo que los dos últimos Presidentes del Gobierno lo prometieron en su momento), lo cual dudo mucho que ocurra. La segunda, eliminar esa Cámara, reasignar competencias y dedicar todo ese dinero que se está gastando inútilmente a otros asuntos de mayor importancia, que se me ocurren varios en este momento, como pueden ser, inversión pública para salir de la crisis, mejorar las comunicaciones, invertir en I+D, en EDUCACIÓN, que buena falta nos hace, etc.

Por último, no quiero dejar pasar la ocasión para hablar de los Ayuntamientos. ¿Qué sería de nosotros sin ellos? No voy a criticar a la institución del Ayuntamiento en sí, si no a como se gestionan las cosas y a quienes las gestionan.
Es cierto que los Ayuntamientos son el ente público más cercano al ciudadano y quien debe proveerle de muchos servicios básicos. También es cierto que en muchas ocasiones se ven asfixiados por la falta de financiación que tienen, pues son las Comunidades Autónomas y sus Gobiernos quienes se quedan con gran parte del dinero y no lo destinan a los Ayuntamientos o, si lo hacen, no es como deberían y a la realidad me remito.
¿Y están obesos los ayuntamientos? Espero que no, pero el que me gestiona a mí..... y por desgracia hay muchos iguales. Se están convirtiendo en agencias de colocación de personas que apoyan al alcalde X o al concejal Y. Tranquilo, que si no tienes trabajo y quieres un buen sueldo, olvida tu dignidad, tus principios, apóyame y tendrás plaza de concejal si sales elegido o de asesor si no sales elegido como concejal. Vivirás bien a costa de los ciudadanos y sus impuestos y tranquilo, si estamos en crisis, cómo tu sueldo viene de los impuestos, pues vas a cobrar igual.
Además, que tenemos un alcalde majete, pues para que no le pase y nada y podamos seguir contando con su magnífica gestión (el otro día la nieve era preciosa, pero patinar por las calles no es mi deporte preferido) pues se compra un coche de 80.000 euros, blindado, con inhibidor de frecuencia y todo para que pueda seguir tranquilamente gobernando. Cierto es que tendrá aspiraciones de Ministro, al menos, lleva coche de tal posición.

En definitiva, que si hacemos cuentas y extendemos esto a todo el país, a todas las CCAA y a la mayoría de Ayuntamientos....las cantidades se disparan.
A ver si de una vez, y gracias a la crisis, nuestra clase dirigente agudiza su ingenio y nos demuestra que realmente valen para estar en el poder y si no, pues que dimitan.
Ah! Se me olvidaba, eso sólo ocurre en países de primer nivel, véase Alemania, países nórdicos y similares. Desgraciadamente, para lo bueno y para lo malo, vivimos en España.

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1 comentario:

Glipsea dijo...

Pues si, vivimos en un pais gobernado por unos pocos Y PARA UNOS POCOS. Somos la herramienta para que la vida de este pequeño grupo de mandatarios (banqueros incluidos) siga siendo igual de cómoda por los siglos de los siglos amén. Y mientras nosotros,las herramientas, nos podamos hundir tranquilamente en la mierda.

El fututo está muy negro y somos los jóvenes los que tenemos que despertar y tirar del carro, ser conscientes de hacia donde vamos como sociedad y no quedarnos dormidos.

Pero como siempre parece que la gran mayoría aspira por un hueco en el sofá.

Así que a ponerse las pilas, hay que demostrar que estamos vivos y nos importa lo que nos pasa.