lunes, 19 de octubre de 2009

El Plan con E de Estropicio


Llevamos ya más de un año sumidos en una gran crisis económica que está teniendo unas consecuencias devastadoras para la sociedad y para la economía española.
Con unas tasas de paro que rondan el 18% y cifras que amenazan con alcanzar los 5.000.000 de parados se avecina un panorama bastante desalentador y más aún viendo como, quienes deben sacarnos de este atolladero, no hacen nada más que dar palos de ciego a ver si acertamos con la llave y encendemos la luz que nos ilumine el futuro.

Pero vayamos por partes. Sería de toda injusticia culpar a quienes hoy ostentan la dirección del país de la situación actual en la que nos encontramos. Pues una casa no se cae porque no se haya reparado antes de que se derrumbara, sino porque, durante muchos años, nada se ha hecho para su mantenimiento y cuidado.
En este caso, ha ocurrido lo mismo. Durante años se ha facilitado y promocionado una economía de dinero rápido y fácil; de economía insostenible y de economía de subpotencia mundial. Una economía basada en un valor añadido prácticamente nulo y edificada sobre pilares de barro llamados construcción y consumo.

Entrar en el fondo de ese derrumbe sería como esperar que los famosos "brotes verdes" floreciesen, no vienen al caso y tampoco es el objeto de este artículo.

El fondo de este artículo es el de abrir otra perspectiva, pues ese es el sentido de este blog. El objetivo es dar un punto de vista alejado de aquel que dan los medios de comunicación afines a una y otra tendencia ideológica, pues parece que en este país sólo se puede estar en un lado o en el otro, sin posibilidad de término medio.

Pues bien, si lo que esperamos de nuestro Gobierno es que tome el mando y dirija el barco hacia tierras calmadas y seguras, bien es cierto que cuando se acerca la tormenta y nos hallamos en ella, es cuando el capitán debe tomar decisiones valientes, pese a que ello pueda suponer una revuelta a bordo, pues al final del viaje, todos habremos ido en el mismo barco.

Pero el problema se halla cuando queremos contentar a todo el mundo, cuando queremos tener siempre tranquila a la tripulación y les vamos ocultando que nos acercamos hacia la tormenta hasta que ya es inevitable y ya nos hallamos sumidos en la lucha por la supervivencia donde cualquier decisión tendente a enderezar el rumbo sólo va a servir para estar más tiempo a flote antes de hundirse, pero es sólo eso, un espejismo, algo pasajero.

Así, podemos mencionar el despilfarro de 400 € a todos los trabajadores, pero digo yo, ¿para qué quiere ese dinero Emilio Botín? ¿Y las hermanas Koplowitz? ¿O el mismo Amancio Ortega?. ¿ No sería mejor darlo a quien realmente lo necesite? ¿No debe ser progresiva la contribución? Pues entonces, que sea progresiva la ayuda. Sin lugar a dudas, fue una medida para mantenerse a flote. Sin embargo, ahora se suben los impuestos y quienes los van a acabar pagando serán los más perjudicados por la crisis, la clase media. Sin embargo, el capitán nos dice que "seremos los más beneficiados", ¿paradoja o realidad?

Derrumbados los pilares de barro de la economía, véase, construcción, millones de trabajadores se fueron a la calle. Para eso, se diseña el Plan E. La E ha quedado clara, E de Estropicio. La gran parte de ese dinero ha ido a parar a:

- cambiar aceras que llevaban un año hechas
- cambiar farolas
- hacer parques
- contentar bolsillos
- pagar el cartel del Plan E

Ahora uno se pregunta, ¿dónde está el valor añadido aquí? ¿No hubiese sido muchísimo mejor destinar ese dinero a que las Administraciones Públicas pagasen sus deudas? ¿Era tan importante aumentar su tamaño para que se viese bien? Así se hizo en Portugal. Se destinó ese dinero a que los Ayuntamientos pagasen sus deudas a las empresas a las que les debían y así se han evitado incrementar los despidos, así como el cierre de empresas. Pues, aparte de que el dinero se destinó a obras de entidad baja o muy baja, muchas de ella improvisadas, se siguió sin pagar a las empresas, las cuales han tenido que cerrar porque no disponían de liquidez para continuar su actividad, dándoles así la oportunidad de haber continuado su actividad o haber diversificado la misma, así como haber reducido la tasa de morosidad, disparada últimamente.

Por otro lado, a sabiendas de la tormenta que se avecinaba, el capitán quiso hacernos creer que esa iba a ser nuestra salvación, así como la llegada al poder del reciente Premio Nobel de la Paz, el Presidente Barack Obama.

El tiempo está dando la respuesta, ni el Plan E ni Obama nos han sacado, ni nos sacarán de la crisis.
Mientras tanto, el capitán del barco sigue en su camarote debatiendo con su loro, mientras que los alférez se encuentran negociando como sacar el barco adelante, léase patronal y sindicatos.

El post ya se alarga y me siguen viniendo las ideas. Lo voy a dejar aquí por el momento no vaya a ser que por el camino pierda mi trabajo, que tal cual están las cosas, con el consumo por los suelos, no sabemos qué puede pasar mañana.


Próximamente, el Plan 2000E .... versión Esperanza Aguirre

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